3 de noviembre
2016
Ha sucedido mucho
desde que llegué a Portland hace tres semanas. Me pidieron varias
charlas en el área. Intenté
acomodar algunas en mi agenda atareada.
He tenido mucha experiencia privándome del sueño, ¿para qué se necesita
dormir tanto, de todas maneras? Todos
los viajes y charlas estuvieron bien. Aún con poco sueño, pude disfrutar mucho
las semanas pasadas. Mientras estuve
aquí, los árboles cambiaron de verdes a estupendos tonos rojos, naranjas y
púrpuras.
Mientras estuve
en Vancouver tuve tiempo de verme con familiares que no había visto en
años. Viven en Victoria—La Isla de
Vancourver—y tuve que tomar el ferry.
Me agrada dar
charlas cuando no es tan frecuente. Me ayuda
a recordar algunas de las lecciones que aprendí en el camino, y para aprender
cosas nuevas, cuando me hacen preguntas y tengo que pensar por qué hice ésto o aquéllo. Es una gran de manera de reflexionar y aprender
de las experiencias.
Muchas veces en
la vida estamos tan ocupados corriendo y haciendo cosas, y raramente nos
detenemos a pensar sobre lo que hacemos.
Y eso es una vergüenza. Porque
creo que sólo llego a decir 10% de lo que me sucede. Pero si realmente tomo el tiempo para
reflexionar sobre las cosas hechas y las gentes que conocí, entonces aprendo
mucho más.
En una charla de
Vancouver me encontré a dos parejas que conocí en la Isla San Blas –la primera
vez que fui allá—y en Bora Bora. Qué
chico es el mundo! Aprendí muchas
lecciones de la gente que conocí en mi camino, ya sean marineros o gentes de la
localidad. Ahora también, aunque no esté
navegando, encuentro a tanta gente interesante que hacen estos lugares
especiales. Ahora estoy lista para salir
de nuevo a navegar.
También hice un
viaje corto a New York y mientras estuve ahí, pude navegar un Nacra 17 con una
gran chica del Centro de Navegación Oakcliff.
Fue increíble. He navegado
diferentes dinghy’s , pero más que nada monohulls. Tengo el Minicat,pero lo otro es
completamente diferente. También navegué en un bote que es lo opuesto al Nacra
17, cuando estuve en el Puerto Towsend en la costa oeste. Se tratata del old schooner “Adventuress” de
más de cien años. En Bellingham di un
charla para el Colegio Waldorf, donde todos los años llevan a sus chicos del
sétimo grado a navegar en este bote histórico.
Pero los padres necesitan cubrir los fondos—así que la mitad delos
fondos provenientes de mi charla fueron a ese fondo, y por ello me dejaron
navegarlo. Fue una buena transacción.
Me quedé una
noche con el resto de la tripulación y descubrí que habían tripulantes con
nociones de música y también instrumentos a bordo. Tuvimos una hermosa velada tocando varios
instrumentos. Hace año y medio empecé a
practicar el violín, así que ya he aprendido a tocar algunas melodías.
Ahora llegué a
Hong Kong. Pensé estar completamente
asombrada pero ya me he aclimatizado. Me
estoy alojando en un bote en un área con montañas verdes y montañas,
lindas. Fui a la ciudad que me pareció
muy internacional. No hubo choque
cultural. Hong Kong es tan grande que
hay varios estilos culturales occidentales (antes fue una colonia
británica). Todos los letreros están en
dos idiomas: Chino e Inglés. Si sólo estuvieran en chino, me forzaría a aprender
ese idioma. Todo tiene sus pros y
contras.
Una vez que
termine el trabajo en Hong Kong, volaré a las Islas Salomón donde Ana Rose (un
yate que he entregado anteriormente) que espera a su capitana para llevarla de
vuelta a Hobart. En realidad a una capitana y su
marido.
Un viaje largo,
pero por lo menos no es tiempo de tormentas, así que no tendré que torear
huracanes—aunque el Mar de Tasmania puede ser poco amigable en cualquier época
del año. Así veremos que clima nos
tocará, pero estaremos en el agua, que es donde queremos estar.
Laura.
10-10-1016
Hace un mes dejé
Nueva Zelandia, sola, para hacer un pequeño tour alrededor del mundo, esta vez
por avión. Daniel se quedó para cuidar
el fuerte y trabajar. Primero me detuve
en Europa, donde di una charla en Alemania y dos en Amsterdam. Siempre me sorprendo de ver cuán corto es un
mes para ver a mi familia y hacer cosas.
Claro que no
ayuda que la familia esté desperdigada en Holanda y Alemania. Por ahora mi hermana menor está viajando por
toda Europa con el circo. Pero disfruté
cada segundo que pasé con la familia.
Navegué mucho con mi padre. En
Kiel, donde di mi primera charla, fuimos invitados a navegar en un hermoso yate
de clase 12 mr. Son yates hermosos,
pesados, lo cual los hace navegar con suavidad, sin embargo muy veloces por su
diseño. Con mi papá regresamos a Holanda
para tomar parte en una regata en un bote que perteneció a un amigo de mi
padre. Lo conocemos hace tiempo y hemos
competido varias veces en los ríos de Holanda.
Durante la competencia sólo había un viento de 0-5 nudos, y con nuestro yate pesado no tuvimos ninguna
oportunidad frente a los botes ligeros.
Sin embargo, al final nos contentamos con el resultado, y lo más
importante que tuvimos un divertido fin de semana. Después de la competencia, pasé dos días en
el bote de papá, en el clima veraniego y fui a navegar con el minicat de
papá. El tiempo se mueve rápido y pronto
estuve camino al aeropuerto, luego de estar un par de días con mamá y celebrar
mis 21 años, en un negocio de panqueques con familia y amigos.
El siguiente
desembarque es en Portland, Oregon. Cuando
estuve en el Port Elizabeth, conocí a dos parejas simpáticas de Portland. Mis buenos amigos del S/V Winddancer, que
ahora viven en Whangarein, y otra pareja que ahora ha terminado su viaje
alrededor del mundo y han regresado a Portland.
Ahora él es el oficial naval comisionado en el Portland Yatch Club y me convenció para dar
dos charlas ahí. He estado aquí una
semana y me las he ingeniado para conocer algo de la zona. Portland y el Río Columbia son lugares
estupendos para explorar. Hay bellas caídas
de agua en cada recodo y estupendos senderos para caminar.
He estado un mes
fuera de casa y claro que no fue tan espectacular como cuando estuve viajando
alrededor del mundo. En cada charla me preguntan
si no me sentía sola. Hasta ahora no
supe lo que era sentirse sola. Desde
niña me he acostumbrado a hacer cosas, sola, y siempre estuve enfocada en
aprender acerca de la navegación. Tuve
buenos amigos, pero porque nos movíamos mucho, no pude hacer amigos permanentes
mientras estaba creciendo. Claro que
extraño a mi familia cuando estoy navegando, pero no es lo mismo que extrañar a
tu otra mitad.
Creo que la gran
diferencia aquí es que cuando los chicos crecen, su objetivo principal es
hacerse independientes y dejar a sus padres.
Mientras el objetivo principal del matrimonio es ir juntos por la
vida.
Mis viajes no se
han terminado. Tengo en mi agenda, Vancouver,
New York, Bellingham y Hong Kong, antes de regresar donde están Daniel y
Guppy.
Laura.
Hacer klik aquí para ver el video en mi minicat.