21 de diciembre 2012
He pasado más de cincuenta horas en aviones
en las últimas semanas, sin contar con el tiempos de espera en los
aeropuertos. Me siento contenta de
regresar a este lado derecho del mundo, aunque todavía no he llegado a casa. Después de Tokyo, viajé a Holanda para ver a
mi familia, lo que me encantó, aunque estuve sólo unos pocos días. De ahí, hice un viaje corto a Alemania para
estar en un show de televisión. Aunque
no soy fanática del clima frío, me agradó tener algo de nieve y experimentar el
gran espíritu navideño que hay en Alemania.
Mi último viaje fue al lado más caliente de la tierra en Sydney,
Australia.
Aquí en Sydney, el sol está brillando y la
temporada navideña tiene una apariencia diferente a la de Europa. Estare unos
pocos días hasta el comienzo de la competencia Sydney hasta Hobart el 26 de
diciembre. Luego volaré a Hobart,
lamentablemente en avión. Soy demasiado joven para participar en la
carrera. Pero sí estoy dentro del
personal de entrega que llevará a Akatea de regreso a Nueva Zelandia desde
Hobart.
Sydney es fantastico y me alegro de
regresar a mejores temperaturas que en Europa.
Me encontré con buenos amigos de los yates que encontré en mi ruta y he
explorado bastante alrededor del pueblo, ya que estoy determinada a acabar con
mi jet lag. Bueno, el jet lag me ha
fastidiado las últimas semanas, cuando me acostumbré al tiempo de Tokyo ya era
tiempo de regresar a Europa, y cuando ya me sentía normal, tuve que viajar de nuevo. Ahora que estoy tan cerca de Nueva Zelandia,
sólo puede mejorar desde aquí. Espero
regresar a Nueva Zelandia a principios de enero, donde tendré que seguir
organizando mi vida. Luego que aprobé
los exámenes de colegio, me aceptaron en la Escuela Marítima, que empezará
después de las vacaciones de verano. Aún
tengo que preparar y hacer algunos arreglos.
Será una gran oportunidad ya que estaré estudiando unos cuantos años
para lograr mi objetivo: llegar a ser
capitán de mega-yates.
Laura
