20 de febrero
2017
Recibimos visita
de papá y algunos amigos que volaron desde los Estados Unidos para la Navidad y
el Año Nuevo, lo cual fue muy agradable.
Una vez que se
despidieron, arribaron mi mamá y mi hermanita Kim, y nos contaron las aventuras
de familia. La primera semana mamá se
alojó en Guppy y nosotros hicimos lo mejor posible para inyectarle algo de
adrenalina: la llevamos a través de los
huecos más apretados en las cavernas, se balanceó en una soga entre las
cataratas de Whangarei, caminó hasta los picos más altos para tomar una brisa
helada del mar.
Luego tomamos una
semana para llevar a Kim a la Isla Great Barrier, nos gustó porque nunca estuvimos
ahí más de una noche. Salimos en la
madrugada para estar ahí todo un día, pero lamentablemente llegamos sólo hasta
el puente, pues descubrimos que no lo abren durante las horas matutinas de
intenso tráfico. Jaja.. eso es típico de
nosotros. Así que aprovechamos para
tomar desayuno frente al puente.
Daniel: El viento está bien hoy día y decidimos
anclar en una de las islas Hen and Chickens (Isla del Gallo y las Gallinas) y nos pusimos nuestros trajes de buzo para
bajar y limpiar la corteza del barco.
Estuvimos a punto de saltar, cuando alguien gritó: “ hey, qué hay ahí?.. un tiburón”. Laura y su madre regresaron a la cabina. “sólo
es un tiburoncito” --les traté de convencer.
Yo salté primero para ver qué pasaba y luego saltó Kim. Ella
emergió a la superficie sonriendo, nerviosa, luego saltó Laura. Todos nos reímos. Unos minutos después vimos pasar un grupo de aletas
oscuras por la bahía, lo cual nos puso en alerta, tiburones? Luego, descubrimos con alegría que eran
delfines.
Con escaso viento
el bote avanza lentamente, lo cual nos da la oportunidad de ver qué hay a
nuestro alrededor: delfines, tiburones, aves lanzándose al agua como flechas en
busca de comida. Las chicas encuentran
algo luminoso en el agua: puntos luminosos azul, verde y amarillo dentro de una
criatura parecida a una medusa. Es
temprano en la mañana, el sol ya está alto, y el pescado aún tiene sus luces
encendidas. Mundo misterioso. Dejamos nuestro hogar para buscar cosas
ignotas, y encontramos delante de nosotros este misterio.
Nos dirigimos
hacia la isla Great Barrier y anclamos en la bahía de Kaiaraara al final de la
tarde.
El viento comenzó
a cobrar fuerza y Laura estaba mirando el clima con ansias para ver si podíamos
continuar navegando. Decidimos tomar
turnos de vigilancia, y cuando me tocó estar en cubierta, el ancla empezó a
remolcar. Laura corrió para encender el
motor y evitó una colisión que estuvo a punto de ocurrir. Estamos en medio de una noche negra, oscura, con
lluvia y viento volando sobre el bote, en un puerto desconocido. Continuamos
hacia la Bahía Smokehouse, la cual está protegida. Encontramos un lugar a 13 metros de
profundidad; la señorita Capitán no quiere estar muy cerca a otros botes. Esperamos hasta la madrugada; Laura despierta con frecuencia en la noche, dejándonos dormir tranquilos a
mí y a Kim.
Laura y Daniel
18 de febrero
2017
Imaginen mi
sorpresa cuando leí esta mañana en el periódico que Guppy había sido
vendido. Mi querido Guppy aún está bien
amarrado en Whangarei, bajo mi nombre, mientras estamos buscando en todo el
mundo nuestro próximo bote.
Aún estoy en
busca del mejor lugar para Guppy ( algún club de navegación juvenil), el bote
que me enseñó tanto y con el que tengo tantas memorias. Luego de leer bien el periódico, me di cuenta
que no hablaban de mi Guppy sino del Hurley 700 ( también llamado Guppy) que
fue mío cuando tenía diez años. El
botecito que usaba para viajar por toda Holanda, aparentemente ha sido comprado por un canal
de televisión holandesa y está siendo arreglado para hacer viajes de vela. Le deseo al nuevo propietario, Beau van
Erven, lo mejor.
Laura
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