He estado catorce días en lo que para mí es una Holanda
fría. Pero en esos catorce días no he
estado de manos cruzadas. He estado en
el HISWA (un show grande de yates en Holanda), en el Ultimo Show en Bélgica y en el
Gottschalk en Alemania. El sábado pasado
tuve una presentación en Drimmelen—por ahora la última. Todo me fue bien y he recibido muchas
comentarios positivos. Sobre todo el
HISWA estuvo bien concurrido. Fue lindo
contar mi historia a un público atento, interesado en lo que yo decía. Pero luego de seis días de contar lo mismo y
contestar muchas preguntas, estuve contenta de no hacer nada por un día. Los talkshows en Bélgica y Holanda también
estuvieron muy bien. Lo que me agradó
fue que no tuve que convencer a la audiencia del viaje que hice, porque ya está
hecho. Es algo que aún no puedo
creer. Aunque los pasados catorce días
fueron muy placenteros, me han cansado más que si hubiera navegado.
Me alegra tener una semana libre. Iré a visitar a mis familiares antes de regresar
donde Guppy, que sigue esperándome muy obediente en Bonnaire. Allí continuaré escribiendo mi libro y espero
que pronto pueda zarpar hacia Nueva Zelandia.
Laura
p.s. Dejo una entrevista en el Gottschalk, donde Laura es entrevistada. Tampoco sabía que ella hablaba también el alemán.
Ayer una amiga vino a recogerme para ir a conocer a Laura. Al salir, se me rompió el asa de
la cartera y tuve que buscar otro bolso. Ya en la calle, un botón del abrigo saltó al
suelo y no pude encontrarlo. Esos pequeños incidentes presagiaban dificultades. Llegamos al RAI en Amsterdam, donde todos los años se lleva a cabo un
show de botes y deportes náuticos (HISWA). Después de la ceremonia de
apertura y de hacer jugar a los niños en botes, Laura se había marchado. Nos dijeron que ya no vendría hasta el día siguiente.
Decidimos dar una vuelta por los diversos salones. Los
niños se divertían de lo mejor, buceando en un
depósito transparente y lleno de agua, jugando en botes y ocupados con los deportes náuticos en una piscina
gigante. Usando una especie de zapatilla de hospital, visitamos por dentro los yates
grandes y chicos que estaban expuestos, algunos eran preciosos, con todas
las comodidades de una vivienda. Ni preguntamos los precios para no
espantarnos. Algunos valían tanto o más
que una casa.
Mi amiga dijo que ya no había más que hacer y estábamos a punto de abandonar el local, cuando se me
ocurrió algo. Fui a la oficina principal
del evento, dije que era periodista y
tenía una entrevista con Laura Dekker.
La llamaron por teléfono y dijeron que ya estaba en camino. Al poco rato, conocí a la heroína, después de seguir
sus aventuras durante un año, de traducir al español el Blog de Laura Dekker, y de ella haber ganado el título de la Navegante
Más Joven en haber dado la Vuelta al Mundo Sola. Me dio la impresión de que Laura es una muchachita reservada, de pocas palabras y algo tímida. Su aparente fragilidad está en contraste con la fortaleza física que debe poseer para capitanear un yate. Estaba vestida con vaqueros, un polo amarillo del HISWA y tenía el cabello
retorcido en una cola. Dijo que dará
examen para aprobar el año escolar, que quiere regresar a Bonnaire donde dejó a
Guppy y continuar viaje a Nueva Zelandia donde piensa establecerse. Aún sigue escribiendo el libro sobre sus
aventuras, le falta la mitad, pero ya tiene el título: “Een
meisje, een droom” (Una Chica, un Sueño).
Dick Dekker , el padre, se mostró locuaz y acequible. De apariencia
juvenil, alto y con la piel soleada, resplandecía de orgulloso por el logro de su
hija. No piensa abandonar Holanda, por
lo menos en los dos próximos años, hasta terminar de construir su bote. Me enteré que la chica, ahora de dieciséis años, defiende con ahínco su privacidad y que se negó a que instalaran videos en Guppy y ser filmada las 24 horas del día, durante el viaje, lo que proponía uno de los sponsors por mucho dinero. Tampoco aceptó que colocaran stickers en su bote.
Los parlantes anunciaron que Laura daría una charla en el teatro. Nos despedimos y fuimos a reservar asiento en
primera fila. Allí conocí otro aspecto
de la niña navegante. Delante del público y las
cámaras, se transforma y contesta de lo mejor las preguntas, se la ve segura de
sí misma y en completo control de la situación.
Dijo que uno de los problemas mas grandes del navegante es el sueño. Si hay tormenta y
muchas olas, entonces sólo puede hacer siestas cortas de día y de noche, de ser posible. Cuando las aguas están más quietas, entonces
puede dormir de noche pero el radar le despertará si algún barco se
acerca. Debe mantenerse vigilante
todo el tiempo. Su travesía más larga ha
sido por el Mar Índico, durante 47 días sin ver a nadie. “Esto no es para todos. Seguro que algunas personas se volverían
locas despúes de dos días de soledad completa en el mar inmenso. Pero a mí me gusta la navegación, el mar y
los peces. Además puedo tocar mi
guitarra, leer libros, cocinar y estar atenta al oleaje”. Regresé contenta de haber cumplido mi cometido. Tuve suerte, porque en la calle, en medio de los autos parqueados, encontré mi botón.
Muchas gracias por las sugerencias de títulos para mi libro. Mientras tanto, ya hice mi decisión y les haré saber cuando esté en el show de botes HISWA en Holanda(del 6 al 11 de marzo 2012). Aún estoy disfrutando de Bonaire unos cuantos días antes de ir en avión al frío. Sigo escribiendo mi libro, pero tomé dos días de descanso para navegar con el minicat. Como hubo bastante viento los últimos días, fue muy divertido. Escribir el libro también es divertido, leer todo lo que escribí durante el viaje. Al leerlo nuevamente despierta en mí deseos de salir de nuevo…
Muchas gracias por las sugerencias de títulos para mi
libro. Mientras tanto, ya hice mi decisión
y les haré saber cuando esté en el show de botes HISWA en Holanda. Aún estoy disfrutando de Bonaire unos cuantos
días antes de ir en avión al frío. Sigo
escribiendo mi libro, pero tomé dos días de descanso para navegar con el minicat. Como hubo bastante viento los últimos días,
fue muy divertido. Escribir el libro
también es divertido, leer todo lo que escribí durante el viaje. Al leerlo nuevamente despierta en mí deseos
de salir de nuevo…