lunes

Guppy está Renegón!



10 de mayo 2013

Camino desde Auckland la lluvia empezó a pegar sobre el panel de viento  “Bienvenida a Whangarei”, pensé mientras manejaba de nuevo por carreteras conocidas de.  El clima no ha sido el mejor en los dos últimos días, pero no importa, estoy contenta de ver nuevamente a Guppy.  Quería congraciarme con él, y sacarle a pasear, pero luego de ver el pronóstico de tiempo, cambié de parecer.  Un viento tempestuoso.  Ok. Tal vez no sea el mejor momento para hacerlo.  Leticia aún estaba conmigo, y manejamos hacia Cape Reinga.  El viento soplaba en nuestras caras, y la lluvia le siguió, pero la vista valió la pena.  El Pacífico y el Mar Tasman se juntan, creando holas salvajes de 10 metros de alto.  Nos paramos ahí en la cima del Cabo Reinga y miramos hacia el mar,  yo deseando estar ahí afuera de nuevo y Leticia contenta de estar de nuevo en tierra.  

Después de dos días el viento amainó  y decidimos llevar a Guppy a navegar, luego de revisarla y hacerle su mantenimiento.   El sol brillaba en nuestras caras y una brisa fresca nos saludó, una vez que salimos de la zona portuaria de Tutukaka.  Tan pronto como partimos el motor se negó a apagarse.  Todo el panel de electricidad estaba muerto, incluyendo el medidor RPM.   Revisé las conexiones pero todo parecía estar en orden, así que detuve el motor manualmente.  Después de todo, Guppy es un bote de vela y no necesita motor.  En el mar, revisé las conexiones con las baterías y encontré el problema.  Algo golpeó  en los botones de encendido.  Eso era fácil.  Creo que Guppy luego de tanto tiempo de estar solitario, estaba un poco renegón y sólo quería saber si yo aún era capaz.   Unas horas mas tardes, el chart plotter (sistema de navegación que combina un receptor de GPS con función cartográfica)también se malogró.  Al anochecer llegamos al Bay of Islands (Bahía de las Islas) para pasar la noche.  Llegando ahí, las luces de Guppy también se resistieron a trabajar, pero con los buenos mapas antiguos  y el satélite viejo (GPS) logré evitar las rocas, y pudimos atracar en una bahía tranquila.   Al regresar al día siguiente tuvimos suficiente viento y lluvia, lo cual no le cayó bien a Leticia quien se mareó.  Pero Guppy estaba corriendo a ocho nudos, contento como en los viejos tiempos.  Ahora está aparcado en su mismo lugar en la zona portuaria de Tutukaka.   Ahora Guppy está feliz, tiene una gran sonrisa, y ahora que la lluvia esta golpeando, el viento fresco me está diciendo que el invierno se aproxima. 

Laura







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