10 de agosto 2012
Hemos regresado a Tahití. Tuvimos un viaje difícil con
vientos contrarios de Moorea, pero interesante a pesar de las condiciones. Jillian se mareó por primera vez y Bruno
probó algo de lo que será nuestro viaje a Nueva Zelandia. Sí, he decidido no esperar más para ir a
Nueva Zelandia. Estamos alistando a
Guppy para la travesía directa desde Tahití hasta Whangarei, al mismo lugar
donde nací en el bote de mis padres, hace 16 años. La idea me emociona. No es la mejor estación para navegar hasta
allá, pero será un buen reto. Bruno se
está acostumbrando a la idea. A él le
gustaría ver también mi lugar de nacimiento, pero preferiría tomar un avión. Hay otro bote con cuyos navegantes hemos
hecho amistad, que también hará el mismo trayecto. Podremos estar en contacto a través de la
radio SSB. El otro bote tiene 52 pies de
largo, pero veremos si Guppy puede ganarle.
Nos despedimos de Kiwi
Tenemos pena de despedirnos de Kiwi, la gata, por la dificultad de
llevar animales a Nueva Zelandia; pero al mismo tiempo, estamos contentos
porque Jillian se ha enamorado de ella, y se la llevará de regreso a Nueva York
en avión. Kiwi tiene un lindo pasaporte
gatuno chiquito, y todos los papeles oficiales para viajar. También le compramos una jaula bonita, y yo
le confeccioné un ratón relleno, para que se entretenga en el vuelo. Todos estamos listos para viajar. Estoy
revisando los aparejos, he remendado las velas en algunos sitios y espero que
aguanten durante el mal tiempo. Ya nos
hemos aprovisionado de comida, agua y combustible; sólo falta hacer limpieza en
el barco. Con poco que hacer, estamos
disfrutando de los últimos días de aguas tropicales antes de navegar hacia un
clima de diez grados.
Laura
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