12 de enero 2013
El viaje para regresar el Akatea hasta
Auckland desde Hobart fue muy bueno.
Salimos un día más tarde, porque durante la competencia Hobart nadie se
había dado cuenta que había un trozo desprendido en la quilla del bote hasta el
día de la partida. Tuvimos que
detenernos y repararlo. Salimos el día
3. Tuvimos excelente clima,
especialmente en el Mar Tasman, conocido por sus tormentas. Llegamos el 10 después de recorrer 1,500
millas náuticas. No me di cuenta cuánto
extrañé navegar hasta que estuve en el mar.
Siete días es muy corto, pero la ansiedad de regresar de nuevo a Nueva
Zelandia y de ver a Guppy, fue más fuerte que el deseo de quedarme en el mar
para siempre.
Al regreso, le di un abrazo muy fuerte y
largo a Guppy. Me esperó con tanta paciencia
mientras estuve ausente, y sigue estando tan hermoso como siempre. Pero tampoco me quedé mucho en Auckland. No me fascinan las ciudades grandes y luego
del mes viajando y teniendo gente alrededor mío todo el tiempo, decidí salir al
campo para trabajar en una granja, en algún lugar entre Auckland y
Whangarei. Es tan encantador escuchar a
los pajarillos, al viento en los árboles cuando despierto en las mañanas. Hasta me divierto trabajando en la granja
bajo el sol caliente. Definitivamente no
me gustaría hacer esto por siempre, pero es un cambio agradable. He estado aprendiendo un montón de cosas en
los días pasados, que las plantas son mucho más que algo verde y todo lo que
sucede antes que uno tenga la carme y los vegetales en el plato. ¡Es increíble!
Laura
No hay comentarios:
Publicar un comentario