11 de agosto 2011
El viento ha mejorado, en la noche sólo encendí el motor un par de horas y el resto del tiempo he navegado a una velocidad de 3.5 nudos. Otra vez me ha visitado un pájaro y este ejemplar vivo me dejó su tarjeta de visita. Ayer ha ensuciado sobre la cubierta delantera y otros lados. La vela del sol evitó que se cague en la cabina. Guppy no intenta alcanzar a Henk, y yo ni miro la distancia que he avanzado porque puedo adivinar que es bien baja. Me sigo entreteniendo con la lectura, haciendo trabajitos en el barco, limpiando la cagada del plumífero. Ayer noche he visto una película que intercambié con otro barco, y todos los días me comunico por la radio con los navegantes. Los que más conozco, aún siguen en la Polinesia Francesa y en Tonga. El barco más cercano es Sogno d´Oro, que está a 260 millas delante mío y tampoco tiene mucho viento.
Pero parece que mañana sí tendré buen viento y ahí sí que recuperaré la velocidad perdida, y me acercaré al notorio Estrecho de Torres. Cuánto más estudio el mapa con todos los arrecifes de coral, islitas y muchas corrientes, espero que ya lo hayamos pasado.
Laura
10 de agosto 2011
Aún tengo poco viento. Hoy día he jugado mucho con las velas y los aparejos, usando el genua, enrollando, desenrollándo, la vela grande o la del medio viento, acortando la vela grande, prendiendo el motor, apagándolo. A pesar de todo, avanzamos a un promedio de 2.5 nudos. Esta mañana empezó todo tan bien, con algo de viento alcancé los 3.5 nudos. Pero ahora hay un oleaje alto y necesito más viento para evitar que las velas vayan a pegar. Me irrita porque sólo hay una diferencia de un par de nudos para poder navegar. Ahora la agradable calma de la navegación es interrumpida por el ruido del motor. Qué puedo hacer, tengo que aceptarlo.
He tocado algo de guitarra y he leído. Pero espero que venga más viento, lo que sucederá de acuerdo al pronóstico del tiempo, en menos del 24 horas.
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