1 de agosto 2011
El día comenzó con un sol delicioso. En la mañana hice los papeles de aduana y como anoche hube cogido agua, aproveché para lavar la ropa. Los trámites de aduana, inmigración y la cuarentena los hice en un santiamén, excepto que para cada papelito tienes que pagar. Eso me molesta cada vez, pero tal vez fue porque se desató la lluvia y la ropa que había colgado para que se seque, se volvió a mojar. Pero algún día vendrá un día seco y con sol.
Luego de hacer los papeleos, he caminado por la ciudad y por la noche junto con varias gentes de la localidad y navegantes hemos tomado Kava. Esta vez le dije a Henk para ir, pero él no sabe qué pensar de ese trago. Encuentro esa bebida intragable pero consumirlo en grupo es mega sociable, y hay que hacer el esfuerzo.
Mientras tanto encontré una cabina de Internet y tuve que hacer la lucha para subir las fotos, pero al final triunfé. Disfruten de las fotos de Cochino, mi hermosa puesta de sol y la salida entre los corales en Fiji, y a la distancia Sogno d’Oro.
31 de julio de 2011
Luego de la noche en el mar con chubascos y tormenta pensé que podía dormir bien y me acurruqué en mi cama húmeda y salada. Después de dos horas, no pudiendo conciliar el sueño, me levanté y me puse a tocar guitarra el resto de la noche, teniendo como fondo la playa con olitas juguetonas. Pude componer una pieza musical linda, que se me olvidó por completo, ¡qué cólera!
Finalmente pude dormir. Al despertar constaté que Cochino había levantado el vuelo.
En la tarde he ido junto con otros navegantes a una fiesta en la playa, donde conocí a nuevas gentes. Tuve que probar nuevamente la Kava de Vanuatu, estaba más fuerte, y mucho más fea que la que me dieron en Fiji. Desde la playa, en la lejanía avisté a Sogno d’Oro, entrando al puerto. Cuando regresé muy tarde al barco, pensé que Henk quería dormir. Mañana empieza la fiesta de los trámites aduaneros.
Laura
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