Día 144
11 enero 2011
Estar en un navío tan grande significa trabajo duro pero divertido. He trepado al mástil durante la navegación y eso me pareció fantástico. Generalmente eso sucede antes o después de surcar el mar para desplegar las velas como aquí le llaman, eso significa preparar las velas para navegar, y naturalmente para el mantenimiento. Pero ya en el mar se necesitaba hacer un bricolaje. Super lindo desde la altura observar el agua y el paso de las olas. Ayer la guardia roja (mi guardia) estuvo libre, y en la tarde fuimos a visitar Montserrat donde atracamos ayer. La temperatura muy cálida, en todas partes platanales y una diversidad de plantas que no hay en Holanda. Lo que me llamó la atención fue que todas las hojas son más o menos treinta veces más grandes. Encontramos a un campesino trabajando en su chacra, no tengo idea dónde era, porque no sabíamos dónde nos hallábamos. Él estaba cosechando algo, cuando le dijimos que no conocíamos, él nos hizo probar, estaba rico, pero aún no sé qué era. Luego de nuestra aventura por el interior, nos dirigimos a la capital, situada cerca de un volcán activo, que hace 14 años la destruyó por completo. Debido a la actividad del volcán, la ciudad está deshabitada y se ha convertido en una especie de ciudad fantasma, realmente impresionante. Ahora estamos camino a St. Barth (Saint Barthelemy) y luego mi aventura en el Stad Amsterdam llegará a su fin. Después tendré que decidir qué islas me gustaría ver y cuándo parto.
Laura
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