Sint Maarten, 23 de enero de 2012
La oscuridad y el fantástico cielo estrellado de anoche desaparecen despacio. Las
lucecitas desperdigadas en el horizonte se transforman en islas, en la lejanía
St. Maarten, St. Eustaquius atrás de mí, Saba a mi costado y St. Barth al
frente. A las 15:00 se abre el puente en
St. Maarten y debería navegar máximo a cuatro nudos para alcanzarlo. Guppy lo hace a una velocidad de 5.5. nudos
con el pequeño mástil, vela grande arrizada y el genua casi completamente
enrollado.
Hace 366 días navegué por el otro lado de las islas hacia
el sur, y contemplé cómo St. Maarten desaparecía en el horizonte. Reconozco la forma de la islas y lentamente
me doy cuenta que me acerco a St. Maarten, que he navegado un año entero,
sola. Se presenta un chubasco copioso y
decido frenar a Guppy por un momento, ya que corre demasiado aprisa. Las islas desaparecen detrás de la lluvia, y
me fastidia que ahora tenga que esperar para ver St. Maarten. Pero ¡qué son dos horas de espera! Espero a que me den la señal para continuar
navegando.
Mientras Guppy arremete con todas las velas en la Bahía
Simpson, aparecen cada vez más botes. En uno de ellos reconozco a mi papá, mi
mamá y después de mirar dos veces, a mi hermanita con cabellos rojos. Lentamente conduzco a Guppy una vez más por
el puente seguido de cintas de botes y ¡muchísima gente que quiere verme! Es sobrecogedor, fantástico y la mitad del
tiempo apenas me doy cuenta de lo que está pasando. Todo sucede como una bruma de agitación, abrazos y entrevistas.
Después de haber dormido bien, percibo el mundo
nuevamente con claridad. Pero no cambia
nada el sentimiento normal que tengo de haber navegado y dado la vuelta al
mundo. No me importa que no aparezca en el Libro Guinnes de Récords. Mike Perham fue el último que apareció en
2009. Yo nunca hice este viaje por un
récord, sino por mí misma. Pero me
encanta el hecho de que no tenga que seguir navegando de inmediato, que pueda
ver a mis padres cuando quiera.
Aún no sé cuánto tiempo permaneceré aquí, ni adónde iré. Mientras tanto, estoy descansando y
disfrutando de mi familia. Viajaré a
principios de marzo a Holanda para el Hiswa.
Finalmente quiero seguir navegando con Guppy, a través del Canal de
Panamá y por el Pacífico hasta Nueva Zelandia.
He recibido muchas preguntas sobre si seguiré escribiendo
en mi blog. Lo seguiré haciendo, pero no
tanto como el último año. A bordo no
tengo Internet y no quiero molestar a mi padre para que siga colocando mis
mensajes en el site. Cuando esté en
tierra seguiré blogueando pero ya no en Holandés, sino en Inglés, porque la
mayoría puede leer el inglés. Hacerlo
en un solo idioma es la mitad de trabajo, además, mientras viajo hablo inglés,
por lo que cambiar al holandés me cuesta más.
Debido a todas las dificultades presentadas, el sponsor
de mi Hurley 800 se retractó, por lo que no tenía un bote adecuado. Gracias a
mi familia que reunió el dinero, se compró el bote, el Gin Fizz de 33 años, al
que se le tenía que hacer muchos arreglos.
Mi papá me ayudó a poner el bote en buena condición. Quiero agradecer a todos los que me han
apoyado, a mis sponsors, a mi familia, amigos y sobre todo a mi papá por toda
su ayuda. Sin él no podría haber logrado
lo que logré: conocerme a mí misma,
conocer el mundo y conseguir mi sueño anhelado.
También muchas gracias por todas los mensajes en el Libro de Huéspedes
de mi blog, en muchos idiomas. ¡Increíble!
Laura y Guppy
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