7 de enero 2012
Ya hemos pasado la línea ecuatorial y dejado el
hemisferio sur, y al mismo tiempo, cambiado el invierno por el verano. Porque
en este momento, en el hemisferio norte es verano, pero no para los países
tropicales. Se me terminaron los huevos,
y esta vez no pude freír panqueques para Neptuno, pero le he dedicado un pequeño
discurso, agradeciéndole por el hermoso clima navegable en el Atlántico Sur. Aún ahora tengo vientos de 10 a 15 nudos que vienen del
suroeste.
Esta mañana amaneció tremendamente nublado pero sólo me
cayó un par de salpicaduras y luego hubo más calor que los días anteriores. Tan caliente que todo el día me estuve echando
baldes de agua. Las aves nuevamente
estaban anoche, pero creo que se han sentido insultadas por las luces de la cámara,
porque no han vuelto a abrir el pico. Lo
que no me parece mal.
6 de enero 2012
Mis visitantes nocturnos igual que las dos noches
anteriores entonaron cánticos sobre mis paneles solares. Pero ya he descubierto que si tomo una foto o
intento filmar, se quedan en silencio, confundidos, con el pico cerrado. Eso es un cambio positivo. Se han vuelto más pulcros, porque ya no cagan
sobre los paneles sino en la cubierta posterior.
Después de mucho tiempo, esta mañana avizoré en el
horizonte un buque de carga. Eso ya lo
esperaba, ya que me estoy acercando a tierra.
Hoy es otro día caluroso, y Sint Maarten y la línea ecuatorial se siguen
acercando. También he visto bastantes delfines
pero desaparecieron tan rápido como vinieron. Qué pena, porque hace tiempo que no me acompañan.
Laura
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