13 de octubre 2011
El viento está demasiado entusiasta, sopla con fuerza y el mar ruge. Al contrario del Océano Pacífico, las olas son oblicuas y altas por el enorme oleaje que viene de todas partes. El viento persigue a Guppy, mientras que las olas se desploman sobre la cabina. La puerta del camarote ya no está abierta y cuando miro hacia fuera, veo murallas de agua que se desplazan a velocidad. Pero Guppy aguanta bien. Estoy orgulloso de él, y mientras hace la lucha sabe que el mar en algún momento se calmará. Y yo permanezco alerta con los ojos abiertos. Ya han pasado dieciocho días en el mar y oficialmente puedo decir que es mi travesía más larga.
Laura
12 de octubre 2011
Hoy las aves no ensuciaron ni hubo chubascos, pero sí un viento fuerte. Eso es lo que necesitamos. Aún hay nubarrones pero el sol ha salido un par de horas y eso me ha alegrado. El viento nos empuja de costado desde atrás y el Genua está completamente desplegado. Se me ha ocurrido hacer algo para evitar las raspaduras que surgen por el tangón que sujeta la vela triangular (spinnaker). He amarrado una adicional. Eventualmente la soga se desgastará, pero es menos desastroso que se desgaste el cordel de la vela. Ya había hecho la prueba con otras cosas, el ducktape, rescuetape, y amarrar un trapo… teóricamente lo que hice puede que resulte bien. Mientras tanto el mar se va agitando en gran forma y ya han caído un par de olas gigantes en la cabina, justo sobre mí, y nos ha derribado junto con otras cosas. Así que todo está en Guppylandia como debe estar.
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