Día 109
8 de diciembre
Anoche pude dormir bien, el mar estaba calmado así que no hubo necesidad de sujetarme constantemente a mi camarote. Ahora duermo de una a dos horas con la alarma del radar encendida; si hay algún cambio en el curso del viento, lo noto de inmediato. En mi sueño, sin darme cuenta, percibo todos los sonidos y cuando hay una diferencia, despierto de inmediato. Algunas veces, cuando las olas no invaden la cabina y hay un hermoso cielo estrellado, duermo en la cabina. Pero las dos últimas noches había una tremenda neblina y no podía distinguir el cielo del mar, una negrura absoluta rodeaba a Guppy. Anoche pude distinguir una bella fosforescencia (rastro luminoso) detrás del bote, y cuando Guppy con toda violencia se estrellaba contra una ola, toda el agua alrededor nuestro se encendía. Realmente super lindo. Ahora el viento sopla con una velocidad promedio de 7 nudos hacia San Martín. Aún me queda por navegar 1,460 millas ( 2,704 km ) y avanzo ligero.
Laura
Laura
(En el lenguaje marítimo esa fosforescencia luminosa se llama Fuego de San Telmo. Benjamín Franklin fue el primero que lo reconoció como un fenómeno eléctrico).
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