17 de noviembre 2011
Al regreso de mi aventura en la montaña, me enteré que habrá buen clima en los próximos días. Estuve a punto de partir, pero decidí que lo mejor era descansar bien en la noche, pues esa mañana había montado a caballo. Dormí y en la madrugada nos alejamos del puerto y en la corriente de Agulhas Guppy se mantuvo en diez nudos. Con eso Guppy ha roto todos los récords anteriores con ayuda de la corriente. En eso, una ballena dio un salto a diez metros. Me asusté de tremenda aparición, porque era más grande que Guppy, mientras el gigante nos salpicó medio mar encima. Me refugié en la cabina y apagué el piloto automático, porque quería tomar una foto. Cuando salí, sólo vi una masa gris desaparecer bajo la proa de Guppy.
Esta mañana el viento se ausentó pero regresó desde el sur a una velocidad de 20 nudos. Las olas empezaron a acumularse y Guppy comenzó a subir las olas y luego caer, y otra vez subir y otra vez.. Estuve siguiendo los anuncios climatológicos, ninguno mencionaba viento del sur. Las tormentas del suroeste, debido a la corriente de Aghulhas, pueden crear olas peligrosas que han arrastrado una serie de embarcaciones al fondo marino. Espero llegar a Puerto Elizabeth mañana. No podré dormir por estar vigilando constantemente la ruta, los barcos, las rocas y otros peligros. Esta es la segunda noche y ya empiezo a desear dormir más de diez minutos.
16 de noviembre 2011
Gracias por las reacciones en el blog. No puedo poner fotos porque el Internet del puerto es demasiado lento. Me escapé de la intensidad de Durban, no hacia el mar porque cuando llegué habían vientos de 40 nudos. Me invitó para ir las montañas una familia de Nueva Zelandia con dos niños, de 8 y 10 años, que también navega alrededor del mundo. En tres minutos alisté mis cosas, aseguré el barco y estaba lista para cambiar el aire salado por el aire montañesco. Con el auto que alquilaron nos internamos un par de días tierra adentro, las lomas se convirtieron en montañas y hacía cada vez más frío. Nos alojamos en un camping donde había caballos, conejos, gallinas, gansos y perros. Yo me ocupé de los niños. Fue delicioso disfrutar del aire de la montaña. Pero al regreso me sentí confortada de acercarme al mar. No podría vivir nunca lejos del mar, las montañas también son hermosas. Tal vez me vaya a vivir a la cima de una montaña con vista al mar, o al mar con vista a la montaña.
Laura
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