8 de mayo 2011
Día 260
Una vez más, he vuelto a decir hola y adiós. Una vez más he vuelto a izar las velas para guiar a Guppy hacia la siguiente isla desconocida. Pero por primera vez, me siento a mis anchas. Estoy de nuevo en el mar y siento como si nunca hubiera hecho otra cosa. Guppy corre hacia las Marquesas a una velocidad de 7 n.m. mientras yo recibo cada oleada que llega a la cubierta. Ya los Galápagos no se distinguen y sorpresivamente me siento completamente en mi ritmo. Un comienzo fantástico para --eso espero—un fantástico cruce.
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