15 de mayo 2011
Klap-klap…mi intuición que conoce todos los sonidos me despierta, ha detectado un ruido inusual. Klap-klap..salto de la cama, si algo sucede, naturalmente es siempre de noche… a controlar el cataviento. Hmm… la garrucha se ha desprendido ….pero con una cuerda y algo de improvisación me las arreglo y un rato después ya funciona normalmente. Estoy parada en la escalera de salida de la cabina, admirando la luna llena que deja caer un brillo misterioso en el oleaje, cuando de pronto una ola alta se estrella contra Guppy tumbándome. Caigo en medio de la cabina y siento un dolor agudo que sube por mi pie y la sangre mana como loca. Hay una herida abierta, profunda, en la planta del pie.
Después de cojear un par de veces y de haber vendado la herida, el piso de la cabina está cubierto con gotas y rayas de sangre. Bueno, eso le queda a Guppy y es mi color favorito.
Mientras no me apoye en el pie, no siento el dolor, así que ahora estoy practicando como los flamencos. Esto es un reto nuevo, la navegación tiene sus sorpresas impredecibles.
Laura
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