!Me acerco a la Polinesia!

22 de mayo de 2011

Nuevamente una mañana soleada y Hermosa, sin una sola nube en el firmamento.  Guppy está rodeado por una luz azul oscura, azul clara y otras variaciones azuladas.  He sacado mi sextante y lo he dirigido hacia el sol para determinar mi posición, a la manera antigua.  En un barco como el Stad Amsterdam, ese instrumento es mucho más sencillo de aplicar que en mi caballo de madera.  Pero la práctica rinde sus frutos.  A Guppy le falta aún 500 millas ( 926 km) y, siempre y cuando el viento colabore, podríamos estar anclando en Hiva Oa dentro de tres días.  Debo acostumbrarme a la idea.  Quisiera caminar y correr, pero creo que no es razonable hacerlo en tres días.  Mi pie quisiera quedarse más tiempo en el mar para disfrutar de la calma, y no dejo de darle la razón..

Laura

21 de mayo de 2011

Cuando la mayoría de europeos están cenando, yo despierto de un sueño corto.  El viento nuevamente arremete por detrás, lo que me ha obligado a liar con las velas.  No pude entender nada de todo el barullo que salía de la radio SSB; mientras escuchaba, saqué las vendas del pie por que la herida se veía cerrada, pensando que el aire fresco le caería bien.  Tres minutos más tarde estuve caminando y la herida se abrió de nuevo.  Muy bien Laura.  Empezó a sangrar de nuevo y tuve que volverme a vendar.  Luego a la hora del desayuno tomé lecciones de vuelo, con lo que mi amanecer se completó.  De esta manera me entretengo, y trato de no dar importancia a los giros que Guppy da, ni tampoco a la disminución de velocidad.  Después de todo, es una mañana estupenda y Guppy ha adelantado 10 millas al catamarán de 52 pies, que se encuentra a 300 millas detrás nuestro.

20 de mayo 2011

La captación de la hora radial SSB, debido a las condiciones atmosféricas, se ha trasladado a las 5.00, hora local, lo que desarregla todo mi ritmo matutino.  Luego de haber parloteado y haberme enterado que un catamarán de 52 pies de largo, que partió dos días después que yo, se encuentra aún a dos días de distancia, se me quitó el sueño.  Pensaron que podían alcanzar a Guppy, pero Guppy no se deja…. Y arremete con ímpetu las 800 millas que aún faltan.  Incluso los peces voladores no pueden con nosotros, porque los dos últimos días el cementerio está vacío.  Debido a que no suceden otras cosas emocionantes y yo duermo bien, me sobra la energía, que la utilizo, caminando como flamenco, en acomodar las velas lo mejor posible y naturalmente, en cocinar.  Eso es un arte.  Porque si tú coges algo y lo dejas sólo dos segundos sin vigilancia, puedes estar seguro que volará y a continuación regresará hacia tí.  No sería la última vez que la salsa de espagueti chorrea en la pared…  Pero, si puedo llevar la olla junto con el contenido afuera de la cabina, la comida sabe mejor.

Laura

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