3 de julio 2011
Había planeado mi ruta a través del atolón de Palmerston, para intentar verlo. Lamentablemente oscureció antes que pudiera alcanzarlo y lo único que vi fue una lucecita en la lejanía. Tan cerca de tierra, no pude dormir, pero he recuperado mi sueño hoy día. Ahora hay un viento oriental de veinte nudos y Guppy brincotea a siete nudos. Hoy no he avanzado más con el libro, me cansé de leer… ji, ji. En vez de eso he alternado las conversaciones diarias de radio SSB, con acomodar la dirección y las velas. Y ahora iré a cocinar algo rico porque el aire marino despierta el apetito, aunque no sé qué…
Laura.
2 de julio 2011
Desde ayer el viento sigue jugando con Guppy, lo que me mantiene ocupada todo el día con el cambio de velas y la dirección. A veces parece que el viento se ausentara, y las velas golpean por los giros que da Guppy sobre el permanente oleaje. Esto desgasta todo, así que regularmente debo envolver con cinta la cepa que corre a través del spinaker… Y cuando ya estoy por rendirme, aparece el viento de nuevo. Este trayecto no figurará en mi lista como el más veloz. No he visto otros botes ni un pez volador, y con todo, el día ha volado y me he puesto a leer la tercera parte de la serie Millenium: Justicia. No tengo el único yate que le afecta la calma chicha, y me alegro que puedo navegar. Por la radio SSB escucho muchos comentarios como: “me parece que me quedaré siempre en esta calma chicha y que seré cocinado lentamente”. Suspiro. Así que nos alentamos unos a otros. El yate más cercano está situado a 140 millas delante mío y ya no tiene diesel. Pero según los pronósticos de viento, mañana debe soplar un buen viento. Espero que sea así.
Laura
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