1 de julio 2011
Por fin hay viento, y esta vez no por un momento. Esta mañana tuve un poco de viento y cuando empecé a navegar como se debe, el viento se fue. Así que ya no me esperanzo en él. El resto del día he tenido diversos chubascos alrededor mío. Hubo uno, muy violento, con vientos de 45 nudos, lo vi cuando venía y me puse a liar con la vela abombada delantera. No fue fácil bajar la vela sacudida por el viento, mientras Guppy con sus pasamanos bajo el agua, me pedía que le ayudara. Al final, he triunfado. Guppy está nuevamente derecho y la vela delantera está completa. Desde entonces hay un viento constante de 15 nudos, y la velocidad del bote también ha aumentado a más de 6.5 nudos. También estoy ganando la lucha contra la gripe, hoy me siento mejor, y estoy leyendo un libro gordo “La mujer que jugaba con fuego” de la serie Milenium. Así, que mientras tanto estoy en otro mundo.
Laura
30 de junio 2011
Me siento mucho mejor. No puedo decir lo mismo del viento, ya que pude navegar una par de horas, a 4.5 nudos, usando las velas, pero luego el viento desapareció y el señor Yanmar (el motor) entró en servicio. Una hora más tarde, sonó la alarma de agua en el compartimiento de máquinas. Una fuga? No eran los tornillos, escotillas o mangueras de agua fría. Después de una hora descubrí que el cubo de escape rvs está oxidado. Pensé que no se oxidaba fácilmente. Envolví todo con cinta Rescue y está más o menos. He desarmado la bomba de achique automática donde ¡encontré una cuaracha!
Cada noche el universo me regala hermosísimas puestas de sol, donde el firmamento se tiñe de tonos naranjas y violetas, con una que otra nube perdida. Mi deseo que no venga ninguna marejada, no se ha cumplido, una marejada larga y creciente rueda bajo Guppy. Pero aún no me irrita.
Laura
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