19 de julio 2011
Desde mi llegada he hecho bastante y también he conocido a nueva gente. Mientras estuve inflando mi dinghy los de los otros yates me recomendaron no moverme del bote, antes que la aduana viniera. Así que el primer día no pude dejar el bote, esperando al servicio de migraciones que vino siendo ya muy tarde. Fueron amables y esperaron con paciencia hasta que llenara la montaña de formularios, con la verdad, y todo estuviera impreso de sellos gordos.
Luego se presentó Sogno d’Oro (el Midget), con el motor roncando, pero no le quisieron atender en migraciones, por lo que yo tampoco pude ir a bordo. Pero como le había prometido a Henk invitarle panqueques a su arribo, le tuve que llevar lo prometido. Yo sé muy bien lo bien que se siente uno al no tener que cocinar luego de un trayecto por mar.
Hoy me fui a Suva con una persona local que conocí. Hemos visto una película en un cine, cosa que hace mucho tiempo no hacía. Suva es una ciudad bien grande. Me tuve que acostumbrar de nuevo. Me gustó. Pero cuando me entren las ganas, Guppy y yo continuaremos nuestro camino..
Laura
Dejo unas fotos de mí ahora, y cuando era niña, a los dos años, en Fiji.
No hay comentarios:
Publicar un comentario