27 de junio 2011
En camino a Nieue. El viento y las olas me parecieron tan bellos al partir…pero como sucede casi siempre, al cabo de un par de horas maldigo todo.. Las olas cortas y empinadas … empezaron a irritarme o luego ya no lo hice, o ¿me acostumbré? El navegante siente una especie de odio-amor, el noventa por ciento del tiempo no sucede nada, pero el diez por ciento restante compensan más del doble y vale la pena navegar. Hace un viento de diez nudos y justamente desde atrás, lo que no es la mejor dirección para un queche. Guppy camina en este momento a 4,5 nudos, y eso no es una velocidad a la que está acostumbrado, pero debo aceptarlo. En mi ruta aparecen tres islas, la primera, Maupiti, ya la pasé. Las otras dos son imperceptibles, porque son esos arrecifes superbajos que no los ves hasta que estás encima de ellos.
En la lejanía hay un yate que lleva la misma dirección, si no se hunde, debe estar bien, ja, ja. Intento pasar ese yate, pero no se puede todavía, y aparece cada vez en mi zona de alarma. Lo gracioso es que ahora iré a una isla donde mis padres nunca estuvieron con su bote.. así que ahora no necesitaré contestar a todas las preguntas que mi papá me hace: ¿aún existe eso? ¿Y vive ése todavía?, ¿vive en el mismo sitio? Y ¿qué apariencia tiene?, pero a veces eso es también divertido…
Laura
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