Aunque Guppy está contento en el lugar donde está anclado en las aguas claras, cristalinas de Tahití, tengo planes de navegar veinte millas hacia Moorea. Tengo todo listo, porque ésta es la última ciudad donde puedes encontrar todo. Ya llené los tanques de agua y de diesel, he revisado los motores y ordenado todo el bote… lamentablemente no hay nadie que lo haga. También hice el lavado de ropa en el puerto deportivo, por que esa oportunidad no la tienes con frecuencia. Normalmente, pongo todo en un balde y lavo a mano, sólo que debo fijarme bien de no usar demasiada agua. De este modo, estuve ocupada todo el día, y ahora estoy en un Guppy que huele a limpio. Al final de estas labores me he regalado con panqueques que yo misma hice.
Laura
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