3 de junio 2011
Ayer nos fastidiaron una serie de súbitas tormentas cortas, seguidas de lluvia, todo el día estuve ocupada con las velas. En cambio hoy día, por el contrario, el cielo está claro y entre esas cortas lluvias, hay incluso un poco de viento por lo que Guppy alcanzó los cinco nudos. Duermo todo lo que puedo, porque más tarde, entre los arrecifes de coral y los acantilados, tendré que estar alerta controlando cada veinte minutos si Guppy no se mete en un arrecife..! Éstos son tan bajos que el radar no siempre los detecta. Mientras tanto estoy navegando en una nueva zona horaria y en este momento hay una diferencia con Holanda de doce horas. Mientras leía y había caído en una modorra, me asusté al ver algo que a primera vista parecía una ballena, pero que resultó ser un delfín enorme. El delfín nadó unos minutos junto a Guppy, pero luego continuó su marcha. Qué lástima que Guppy y el delfín no se hayan comprendido bien. Me hubiera gustado admirar a ese animal un poco más, porque nunca he visto uno de tales proporciones.
Laura
2 de junio 2011
Mientras alguien de los otros yates me grita el último “que tengas un buen viaje”, Guppy y yo nos perdemos en una cortina de lluvia. Hay poco viento y Guppy se abre paso con calma entre los cocos flotantes hacia mar abierto. Hace frío y está húmedo mientras pasamos una catarata inmensa. El oleaje no es tan alto como cuando llegamos, pero algo más de viento, sería bienvenido. Generalmente cuando arrío las velas, viene el viento y cuando quiero coger el agua, deja de llover. Pero eso tampoco ayudó, porque la naturaleza hace lo que quiere y ha decidido hacer navegar a Guppy a una velocidad no mayor de cuatro nudos.
Laura
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