21 de setiembre 2011
Después de la enorme cantidad de tortas y donuts de ayer, hoy tuve necesidad de darle reposo a mi estómago. No pasan todos los días tales delicias delante de mi nariz y tenía una buena razón para apoderarme de una gran parte. En el desayuno comimos los últimos donuts. Junto con un par de amigos y mi padre, he celebrado mis dieciséis años al otro lado de la tierra: el segundo, y si todo va bien, el último cumpleaños, en mi primer viaje en velero alrededor del globo.
En realidad tenía planeado sacar de inmediato mi licencia de conducir, pero lamentablemente ahora no dispongo de tiempo, porque dentro de una semana quiero torcer la nariz de Guppy en dirección el Océano Indico. Guppy está de nuevo en buenas condiciones y puedo empezar lentamente con los preparativos: aprovisionarme de agua, poner en orden el velero, controlar lo que sea necesario y dentro de un par de días, cumplir con las formalidades aduaneras para salir. Mi amiga Jillian está sentada en el avión camino a casa, y mi padre todavía se quedará dos días más para disfrutar del buen clima. Ya llegó el momento de dejar Darwin y Australia.
Laura
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